La elección del perdón

Muchas veces no nos damos cuenta de cómo nos complicamos la vida por querer tener razón. ¿Realmente vale la pena tener razón? A lo largo de la historia de vida del personaje que interpreto en este mundo he comprobado por mí misma como he estado luchando contra el mundo por querer demostrar que tengo razón. ¿Por qué quería demostrar que tenía razón? Porque me consideraba una persona, un ego, un individuo distinto a los demás y la manera de reforzar esa idea era demostrando que tengo razón. "Tengo razón al querer que la tapa del baño esté bajada, tengo razón al querer que los gatos que me visitan no suban al tejado, tengo razón al querer que lo que compro esté en buen estado, tengo razón al querer que lo que pido se haga como lo he pedido, en fin, tengo razón al querer que los demás hagan lo que yo quiero". Así es como actúa el ego,  he intentado identificarme en todo momento con lo que no soy, ésa ha sido mi elección a lo largo de mi vida.

Ya no lo es. 

Elijo el perdón. Elijo aceptar a mi hermano tal como es porque he decidido recordar que la Verdad de lo que ES está tras la bruma de las ilusiones. La Verdad es Cristo, mi Ser despierto, Él es Quien me muestra mis pensamientos inconscientes (que mi hermano representa perfectamente) para que pueda observarlos y perdonarlos. No me los muestra para que juzgue a mi hermano; no me los muestra para que mi mirada se detenga en el cuerpo, viendo a mi hermano como separado de mi, como si fuera él el causante de mi disgusto (así es como el ego respondería), sino para que me una a mi hermano aceptando que está en mi mente, que somos un mismo Espíritu y que eso que estoy viendo y que altera mi paz son sólo mis pensamientos errados, pensamientos que he pensado con el engañoso ego. Esos pensamientos pesan como una inmensa losa porque cargan mucha culpa inconsciente, pero puedo elegir perdonarlos en el momento en que los reconozca como lo que son: un error de mi mente, de creer ser lo que no soy.  No puedo ver a Cristo, mi Ser despierto, si mi mirada se detiene en los cuerpos separados, pero sí lo puedo ver si reconozco un único Ser, una única mente, en todo. Y sólo puedo reconocerlo si perdono mis ilusiones que me hacen creer ser un ser separado.

No soy un ego, no soy un ser separado. Quiero perdonar todos mis pensamientos errados. Ahora trato de pensar en todo momento con mi Amigo para evitar caer "en la tentación" pero si caigo no me voy a hundir o no voy a pensar que no puedo ser un Ser Único, sino que lo voy a tomar como una oportunidad más para perdonar. Todo es UNO conmigo pero no porque yo lo diga sino porque es lo que estoy experimentando. Ahora sé que querer tener razón niega lo que en verdad Soy, no deseo tener razón sólo deseo ser feliz y lo que experimento no solo me está dando mucha felicidad sino también paz.

"¿Prefieres tener razón o ser feliz?" Un Curso de Milagros

Esta pregunta ha rondado por mi mente muchísimas veces, pero siempre la apartaba.  Ahora estoy lista para aceptar mis errores porque quiero ser feliz. Si alguien hace algo que yo no haría lo dejo hacer, sólo si soy conducida por mi Guía a hacer algo al respecto lo hago, pero desde el Amor. Esto es así porque soy consciente de que nada ni nadie está separado de mi, lo que le haga o diga a "los demás" en verdad me lo hago a mí misma. Prefiero perdonar, reconociendo que todo es UNO conmigo y que la decisión de mi hermano es tan perfecta como puede ser la mía, porque es la misma. Si mi hermano hace algo que el Amor no haría es porque está pidiendo Amor, está pidiendo recordar Quién ES, es una parte de mi mente que está pidiendo ayuda, ¿tratarías mal a una parte de tu mente que te está pidiendo ayuda? Mi respuesta es NO. Si trato con bondad a mi hermano le abro la puerta a la posibilidad de recordar, si lo rechazo seguirá creyendo ser quien no es,  aprendo de lo que enseño a través de mi actitud, y lo que quiero aprender es a recordar mi verdadera Identidad.

Siendo bondadosa con "los demás" me ayuda en mi camino a mi despertar como Ser Único, siendo lo que no soy en cambio me aleja de mi despertar, y por lo tanto, de la perfecta felicidad. 

La bondad es el resultado de elegir perdonar en vez de atacar.

Un ejemplo de querer tener razón:

Tu pareja deja la toalla mojada en la cama.

La respuesta del ego es creer que has sido atacado, tu pareja ha hecho algo que tú no quieres que haga, te sientes ofendido y entonces respondes desde la ofensa. El resultado es una discusión.

La respuesta del Ser que en verdad Eres es el perdón. Comprendes que, eso que tu pareja hace, en verdad lo haces tú, estás viendo tus pensamientos inconscientes en tu pareja, estás viendo lo que tú rechazas en ti mismo plasmado en él para poderlo "atacar". Tu culpa inconsciente necesita ser sanada y no atacada. Estás pidiendo sanación, estás pidiendo Amor, y eso es lo que le ofreces a tu pareja. Perdonas lo que nunca hizo, él nunca te atacó haciendo algo para herirte, él simplemente realizó el papel que le correspondía hacer para que tú pudieras ver ese pensamiento inconsciente cargado de culpa en tu interior. Le estás agradecido por ello y perdonas esa idea errónea que no le pertenece ni a tu hermano ni a ti que te hace creer que "alguien separado de ti" puede herirte. No hay nadie más excepto tu Ser, tu hermano y tú, por tanto, son inocentes. Todo está perdonado y olvidado, ahora puedes tomar la toalla mojada de la cama y la puedes poner en su lugar con amabilidad, hasta con una gran y amorosa sonrisa, porque esa culpa en tu mente, finalmente, ha desaparecido.

El perdón es la manera que tienes de sanar toda tu culpa inconsciente de tu mente, una vez sanada sólo quedará lo que en verdad Eres.

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