El Títere

Antes, cuando iniciaba el día, creía que tomaba decisiones correctas, pero lo que hacía era que permitía que mi mente se adentrara en el mundo de las ilusiones, el mundo de la separación, iniciando el día con el ego. Estaba acostumbrada a ello porque creía ser el cuerpo que habito, pensaba que todo lo que creía percibir con el cuerpo era eral, porque creía que mi cuerpo era real. Por mucho que mi mente me repetía, una y otra vez, que lo único real es el Amor -y en lo más profundo sabía y sé que eso es cierto, cada mañana le entregaba mi confianza al ego y no al Amor. Cada mañana aunque estaba un tiempo con Dios, luego, planeaba mi día, pensaba en lo que había hecho el día anterior, o días anteriores y en qué tenía que hacer y me alejaba de Él, elegía la separación, las cosas del mundo. La ilusión. El "yo".

La opción de la Unidad parecía muy lejana, pero lo cierto es que no es así. Sólo necesitaba empezar a confiar en Quién en verdad Soy/Somos. Las palabras no te ayudan a ganar confianza sino las acciones. Necesitas ser aquello que quieres Ser. Necesitas comportarte amorosamente y en pensamiento con todo y con todos. Es una elección, eliges creer en la Unidad tratando al único Ser que existe con Amor.

Ahora cada mañana no sólo dirijo mis pensamientos al Amor sino que le pido que se mantenga conmigo en todo momento. Cada día entreno a mi mente a mantenerse pensando únicamente con el AMOR. Al principio no duraba más que unos segundos, pero mi constancia me ha dado premios realmente milagrosos.

No soy este cuerpo que parece habito. Este cuerpo es un personaje más que uso como títere, el títere SB. Títere SB hace todo lo que se le pide, porque títere SB no puede decidir por su cuenta; al ser un títere, funciona únicamente al servicio de mi mente, y mi mente está o bien al servicio del ego o del Amor. Si escucho al ego actúo y hablo a través del ego, del "yo", si escucho al Soberano hablo y actúo a través del Amor. Es como estar conduciendo un coche, no soy el coche. Mientras creía que sí lo era creía que quien decidía era el coche, me comportaba como si fuera un cuerpo y pensaba que si sentía dolor, enfermaba, sentía ira o tristeza, era porque era el cuerpo el que lo había decidido así. En verdad siempre soy yo quien decide cómo sentirse. Al escuchar al ego, era su títere. Sentía lo que él quería que debía sentir.

Ahora, trato de estar despierta, de ser consciente de que no estoy aquí en este cuerpo, sino que mi Ser lo es todo, no está limitado por ningún cuerpo. Observo mi mundo y sé que me encuentro en cada rincón de éste, no como forma sino como Espíritu ilimitado. Todo lo que me rodea ES Presencia, y la respeto y bendigo por el papel que está realizando en este Gran Plan.

El títere no sabe lo que es la Presencia porque cree ser solo el personaje que está representando, como un actor en una película que se mete tan bien en su papel que olvida que no es ese personaje. El títere en cuanto algo de su mundo lo altera, porque algo no sucede como él cree tendría que suceder, se hunde en emociones de dolor, culpa y miedo porque en lo más profundo siente que está haciendo algo contrario a su verdadera naturaleza. Cree que es el mundo el que lo ataca, cuando en verdad es él el que se hace esto a sí mismo, es él el que ha confundido los papeles y cree ser quien no es. 

Creer que tu identidad es un cuerpo, una historia, un nombre, una nacionalidad, un género, es perder tu Poder. Antes quería tener razón, quería creer en esta identidad falsa, pero por mucho que lo intentaba siempre han habido fuerzas poderosas que me han conducido hacia el camino del Despertar. Como le sucede a cada parte de mi Ser que cree estar separado de mi, como por ejemplo tú, quien está leyendo esto. Sigo en ese camino, pero ahora sin tanto sufrimiento y miedo, ahora el Amor ha ocupado el lugar del miedo, y sí han surgido muchos testigos del ego que me dicen que estoy equivocada pero también han surgido muchos más testigos del Amor que me dicen que este es el camino correcto. No me rindo, porque he puesto mi fe en el Amor y soy mucho más feliz.

Dios, la Fuente, el Amor, nuestro Creador, no importa cómo lo llame, está Presente en todo momento, no sólo unos minutos al día. Es una Oración constante con Él. No estoy sola en medio de millones de seres distintos a mi, sino que Él está conmigo en cada uno de esos seres y es a Él a quien veo en Ellos.

Debido al papel que juego en este mundo necesito conservar algo de este ego para poder trabajar desde el sueño. Pero ahora sé que esa parte de ego no tapa al Espíritu que en verdad Soy/Somos. Mi experiencia de ir barriendo este ego es de gran ayuda para cada parte de mi Ser que necesita recordar, y a medida que ayudo, soy ayudada a liberar un poco más nuestra mente de todo engaño.

Nuestro Ser es Infinito. Así como nuestro Creador. Es Ilimitado. Está en todas partes. ¿Realmente crees que el Espíritu puede estar contenido en un títere?  El Espíritu, lo que Somos, no tiene género, ni nacionalidad, ni color, ni forma. Utilizamos las formas para comunicarnos, para extendernos.

Cada forma que percibes, ahí Estoy, recordándote que tú Eres parte de Mi.

Con Amor y desde el Amor,

SB



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